sábado, 11 de mayo de 2013

Ser Profesor.



Algunas experiencias vividas a lo largo de mi quehacer docente las cuales hasta hoy, me han transportado a ser profesor, pero, tal vez, sin la formación de inicio adecuada para serlo. Este constituye una reflexión sobre el trabajo realizado en el desarrollo del que hacer docente.

Recuerdo lo que me decía mi madre; ¡estudia una carrera corta, aunque sea para maestro¡ hoy, con los estudios que he realizado, con todo ese bagaje y tiempo invertido en mi preparación, aun digo que me falta mucho para ser maestro, solo soy Docente o profe como me llaman la mayoría de personas que actualmente me conocen, yo quisiera que me dijeran; Doctor, pero siento que es mejor el título que las personas me han dado; El profe, pues esto indica el respeto y el estatus que las gentes que me conocen me han asignado, porque ellos y los alumnos son quienes observan cómo nos comportamos, que hacemos, decimos y procedemos tanto en nuestra vida diaria como en nuestro quehacer diario, sobre todo en un lugar pequeño como es Tlaxcala donde la mayoría de personas, nos conocemos --pueblo chico infierno grande--. Son ellos quienes pueden calificarnos. 

Todos los estudios que he realizado, fueron en principio, motivados para mejorar mi práctica docente, ¿lo he logrado?; existen dos puntos de vista, el mío y como dije en el párrafo anterior, el de los alumnos, ex-alumnos y padres de familia, algunos; actualmente padres de mis alumnos, quienes en sus comentarios no directos, sugieren que he fallado. Según mi punto de vista, ¡si lo he logrado! Doy un ejemplo; hoy me encontré con un ex alumno quien después de terminar el bachillerato en el COBAT, donde yo trabajo, se fue al extranjero becado por nueve meses,  alcanzó a verme, se detuvo me observó y me dijo: doctor –él sabe que realicé Doctorado--, que gusto en verlo, permítame saludarlo y agradecerle que haya sido mi profesor en la prepa del 01 –así le llamamos al plantel- yo también lo observé y lo recordé, - ¡ah! tú fuiste mi alumno en el plantel 01 ¿verdad?-, si, –contestó— y me comentó lo que anoté antes. Es decir le nació darme el título, sin o a pesar de saber si efectivamente lo tengo, pero, si de algo le sirvió que le impartiera la clase, la manera en que observó  mi desarrollo ante ella, le dio conocimiento suficiente para asignarme el título de Doctor. Así también se gana el título de Maestro. Es así cuando alcanzas es estatus de Maestro, porque has obtenido la maestría suficiente para enseñar.

Como relaté ya en la aventura de ser maestro, solo eres maestro cuando alguien te da el título y no cuando terminas una licenciatura, maestría o Doctorado, de la escuela normal o de pedagogía. Como dice Esteves en su soliloquio, se aprende a enseñar primero por imitación, luego por prueba y error y finalmente por convicción. Cuando estás seguro de ser docente Maestro. 

Por otra parte, me he dado cuenta que algunos ex alumnos hasta evitan saludarme, ¿qué sucedió? no lo sé, tal vez deba ser parte de una investigación exhaustiva, la cual me permita saber si he llegado a ser Maestro o todavía me falta trabajar mucho en ese sentido.

De esto último estoy seguro. Me falta recorrer mucho camino para llegar a ser Maestro, como Aristóteles, Epicuro, Newton, Lagrange, Einstein y otros, sin ánimo de siquiera acercarme a su proceder, a quienes ahora legiones les llaman Maestro. 

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